Importación

En 2022 alcanzó 111.289 toneladas, lo que representó una baja de 10% frente a 2021 y un incremento de 5% en relación con lo visto durante 2010.

El mercado aéreo de carga en Chile mantiene un alto nivel tras el boom de este sector durante la pandemia por la crisis en el transporte de pasajeros. De acuerdo a las cifras del concesionario Nuevo Pudahuel, la carga exportada desde el aeropuerto de Santiago alcanzó niveles récord en los últimos años.

En 2022 se enviaron a través de aviones 250.716 toneladas de carga. Con ello, superó los registros en plena crisis pandémica, con un alza de 3,4% frente a 2021 (242.463) y de 1,4% (247.267) en 2020.

“Esta es la cifra más alta de la que se tenga registro, al mismo tiempo supone un crecimiento del 122% en comparación con 2010”, señaló el subgerente de Comunicaciones y Asuntos Corporativos de Nuevo Pudahuel, Manuel Valencia. “Aunque los efectos de la pandemia guardan relación con estos resultados, también atribuimos este incremento al trabajo realizado en conjunto con los operadores de carga que actualmente trabajan en el aeropuerto de Santiago”, apuntó.

Actualmente operan más de 10 compañías aéreas dedicadas 100% a la carga, así como también las firmas de pasajeros que transportan mercancías a través de sus aviones. “En términos de exportación, una gran parte de la carga va hacia Norteamérica, especialmente a Estados Unidos”, destacó Valencia.

Entre los principales productos que más se enviaron al extranjero destacan aquellos relacionados con el segmento marítimo, principalmente salmones, con un 67% del total. Les siguen hortícolas (18%) y semillas (5%).

Por su parte, la importación de carga en el aeropuerto de Santiago se ha mantenido estable en los últimos años. En 2022 alcanzó 111.289 toneladas, lo que representó una baja de 10% frente a 2021. Sin embargo, la cifra marcó un incremento de 5% en relación con los números registrados en 2010, cuando se alcanzaron 106.236 toneladas.

Con todo, durante el año pasado se transportaron 386.580 toneladas de carga por el aeropuerto de Santiago. De esta cifra, un 65% corresponde a tráfico de exportación, un 29% fue de importación y un 6% correspondió a carga movilizada dentro de Chile.

De esta manera, entre 2010 y 2022, la carga total transportada a través del aeropuerto de Santiago aumentó un 58%, según las cifras de Nuevo Pudahuel. “El balance de 2022 es muy positivo, dado que el transporte de carga se mantiene en niveles superiores a lo alcanzado en 2019”.

“La pandemia y el costo del transporte marítimo impulsaron el crecimiento de la carga aérea y como operadores del principal aeropuerto de Chile estamos comprometidos en que esta industria siga creciendo”, dijo Valencia.

En esta línea, en el concesionario apuestan a seguir creciendo en el segmento de tráfico de carga en el principal aeropuerto del país.

“En los próximos años deberíamos esperar una estabilización de las cifras de toneladas transportadas desde o hacia el aeropuerto de Santiago. De igual forma, hay oportunidades para seguir creciendo, considerando que el 50% de la carga transportada a nivel mundial se hace en aviones de pasajeros y la otra mitad en aeronaves exclusivas de carga”, señaló Valencia. “Estamos recuperando las rutas perdidas por la pandemia, pero también saliendo a buscar nuevas aerolíneas y destinos, porque el tráfico de pasajeros y de carga van de la mano”, apuntó.

LEER MÁS
 

Concentración

Este es el proceso con mayor responsabilidad de emisiones de la industria, con 5.788 toneladas de CO2 equivalente, que representa el 34% del total de la minería del cobre.

Un reciente estudio realizado por la Comisión Chilena del Cobre detectó una consolidación en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por parte de la industria minera nacional. Así, en 2021 las emisiones totales fueron un 18% menores que las registradas durante 2017 y un 3,3% superiores que en 2020.

La evidente y marcada baja de emisiones respecto al 2017 se atribuye principalmente a la caída en un 27% en las emisiones indirectas, lo que a su vez se explica por la baja importante en el factor de emisión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) 2021, que es un 50% menor con respecto al factor de emisión del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) vista en el 2017, sistema que se suministraba a la mayor parte de la minería del cobre.

De acuerdo a los datos catastrados, entre el 2018 y 2021 las emisiones se han mantenido prácticamente constantes. Ahora bien, con respecto al año 2010, en cambio, se ha registrado un aumento del 12% en las emisiones totales, en tanto la producción se ha mantenido relativamente estable, aumentando un 4% en el período. Este incremento en las emisiones se atribuye principalmente al mayor consumo de energía debido a causas estructurales en la matriz productiva minera, donde destaca el envejecimiento de las minas, lo que a su vez conlleva mayores distancias de acarreo, mayor dureza de la roca, menores leyes del mineral y mayor uso de agua de mar.

En medio de la intensa campaña que llevan adelante las mineras por reducir sus emisiones, desde Cochilco señalan que una de las herramientas más importantes que tienen es el mejoramiento continuo de la eficiencia energética, optimizando la gestión de la energía dentro de la operación, lo que ya se ha ido incorporando e incluso, ha entregado frutos para las compañías del sector.

“Chile cuenta con una Ley de Eficiencia Energética que establece, entre otras cosas, que el sector minero debe realizar una gestión activa del consumo de energía, por lo que tendrá que implementar sistemas de gestión de energía y además reportar sus parámetros energéticos anualmente para su debida fiscalización, con lo cual el Ministerio de Energía elaborará anualmente un reporte público. Con esto se busca promover mejoras continuas y reducción de emisiones”, sostiene el director de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Víctor Garay, quien apunta a que el próximo paso clave es el trabajo colaborativo entre las propias empresas para impulsar a aquellas de menor tamaño, principalmente, con la transferencia de conocimientos.

Respecto al origen de las emisiones, el proceso con mayor responsabilidad es el de concentración, con 5.788 toneladas de CO2 equivalente, que representa el 34% del total de la minería del cobre (un 98% de las emisiones de este proceso son indirectas por el uso intensivo de electricidad). El segundo proceso con mayor emisión total de GEI en el 2021 fue el de Mina Rajo, con 5.541 toneladas de CO2 eq., lo que representa un 33% de las emisiones totales de la minería del cobre (un 91% proviene de emisiones directas por el uso intensivo de diésel como combustible).

En ese sentido, Víctor Garay destaca que si bien las necesidades energéticas del sector minero del cobre han ido aumentando y se prevé, por temas estructurales que enfrenta la minería, se incrementen en el tiempo y, por tanto, crezcan las emisiones, se estima que las emisiones indirectas o de alcance vayan reduciéndose a niveles cercanos a cero al 2050, basado en que la electricidad requerida por el sector minero del cobre provendrá de fuentes renovables de la matriz SEN en un futuro.

LEER MÁS
 

El consorcio CBM, conformado por las empresas Movitec S.A. y Belaz (empresa estatal de Bielorrusia), interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Santiago contra Codelco, luego que la estatal decidiera rescindir el contrato que mantenía con la empresa contratista propietaria de camiones de gran tonelaje.

CBM acusa que Codelco “violó los derechos constitucionales, el contrato y las Bases Administrativas Generales de Contratos de Construcción, Ingeniería y Servicios, en forma arbitraria e ilegal, pues no informó previamente al contratista que haría efectivas las boletas de garantía de fiel cumplimiento del contrato, sino que simplemente, las hizo efectivas el día 1 de febrero de 2023, por sí y ante sí, violando el derecho de propiedad, al apropiarse en forma ilegítima de la suma de $11.431.311.051, que es el monto en pesos de las cuatro boletas de garantía que fueron cobradas en el Banco Santander”.

El documento consigna además, que Codelco habría “obrado de mala fe y en forma subrepticia, ya que nunca comunicó en forma previa la existencia de supuestos incumplimientos graves que ameritaran el término anticipado del contrato, el que se estaba ejecutando en forma normal hasta esta semana”.

La admisibilidad del recurso debe ser vista la próxima semana en la Corte de Apelaciones de Santiago.

LEER MÁS