Como una “revuelta de la realidad” describe Renata González Špralja el hecho de convertirse en la protagonista de la primera serie chilena de Disney+, que comenzó sus grabaciones a mediados de junio pasado en Santiago.

La joven de 20 años congeló sus estudios de Teatro en la Universidad Católica y se prepara para el que será su debut audiovisual con “Llévame al cielo”, una producción que saldrá al mundo en 2023 a través de la plataforma de streaming.

En la serie de ocho episodios, basada en la novela homónima de la autora chilena Carla Guelfenbein, González interpreta a Emilia, una joven que comparte con su padre (Pablo Cerda) una pasión por la aviación y sueña con resolver el caso de Amelia Earhart, la aviadora y escritora estadounidense que desapareció en 1937, mientras sobrevolaba el océano Pacífico. Sin embargo, esos planes se ven interrumpidos a raíz de una tragedia familiar que la sume en una profunda depresión y la lleva a ser internada en un centro psiquiátrico para jóvenes, donde encuentra a un grupo de amigos que le dan una nueva perspectiva.

“Siempre me vi muy conectada con el tema de salud mental que aborda la serie desde un espacio adolescente, porque creo que en particular la adolescencia, más allá de si una persona cuenta con un diagnóstico, es una edad donde te ves constantemente afectado por las cosas que te van pasando, y enfrentado a mucho cambio, adaptación y descubrir tu identidad. Es de por sí un período de la vida muy abrumador”, comenta la actriz a “El Mercurio” y agrega que es una etapa con la que cualquiera se puede identificar.

“Traté un poco de volver a eso, de recordar ese período de mi vida donde quizás no estaba tan clara, era más chica, perdida e inmadura, y apelar a eso, no desde un espacio condescendiente como ‘así es la juventud, no cachan nada', sino que entendiendo que es muy abrumador y uno está buscando cómo sobrellevarlo”, plantea.

Según agrega, le parece importante que una ficción juvenil aborde la salud mental, especialmente una que lleva el sello de Disney. “Me atrevo a decir que tiene un peso enorme, históricamente, porque en general y lamentablemente el tema se tiene muy invisibilizado, no se le da la importancia que debería tener. Me parece bien normalizarlo. Es ir desde la raíz dándole voz a una temática que quizás hoy, en otras generaciones, no se ve, y es bueno que se vaya hablando desde niños, que se puedan ver y reconocer”.

La actriz destaca que la serie, que además tiene detrás a la productora local Fábula, se ha asesorado por profesionales de la salud. “Ha tenido una visión súper consciente, responsable y realista”, asegura.

Otro aspecto que la entusiasma de “Llévame al cielo” es poder hablar, a través de Emilia, de Earhart, la primera mujer que cruzó volando en solitario el Océano Atlántico y que es una reconocida pionera en su rubro. “Es algo que hemos comentado mucho con el equipo y mis compañeros de trabajo, es importante familiarizar al público infantojuvenil con figuras históricas femeninas. En el colegio, el 80% de los personajes históricos de los que te hablan son hombres. Es bueno que los niños incorporen a estas figuras femeninas maravillosas en sus vidas, que se interesen y se les dé peso”.

Además de Pablo Cerda y Mariana Loyola, González comparte pantalla con otros jóvenes actores, incluyendo su hermano Vicente González Špralja, Roque Artiagoitía, Isabella Clemesha, Francisco Casanova y Florencia del Real Berner. “Tuvimos la suerte de que fue como amor a primera vista con el elenco”, sostiene. “Tenemos una química y complicidad en que nos aportamos y aprendemos, eso ha sido súper bonito”, resalta.

La serie se grabará durante los próximos meses en distintas locaciones de Santiago, incluyendo Farellones.

Tras el cierre de sus teatros durante más de un año y medio debido al coronavirus, Broadway vive días intensos tratando de recapturar el público que perdió durante la pandemia. El golpe ha sido duro: la temporada 2021-2022 registró una recaudación de US$ 845 millones, muy alejado del récord histórico obtenido durante 2018-2019, que fue de US$ 1.800 millones. Y aunque en el último tiempo los números parecen ir mejorando (actualmente se promedian unos US$ 30 millones semanales), lo cierto es que varios montajes aún sienten los efectos y algunos musicales emblemáticos ya han anunciado su cierre.

Para el 31 de julio fue anunciada la última función de “Company”, el legendario musical de Stephen Sondheim que regresó con una nueva y reinventada puesta en escena que lideró el palmarés de la edición 75 de los premios Tony, que se hizo el pasado 12 de junio. La producción que lidia en torno a la soltería, dirigida por Marianne Elliott y que invierte el género de sus personajes, ganó cinco estatuillas, entre ellas una para Patti LuPone.

Sin embargo, el triunfo no fue suficiente para aumentar la venta de entradas, que promedia un 75% de capacidad de su sala, el teatro Bernard B. Jacobs. En comparación, otros musicales premiados la noche del Tony, como “A Strange Loop” y “MJ”, alcanzaron después de la gala una capacidad de alrededor del 99%.

Estrenado en Broadway en 2016 y ganador de seis premios Tony, entre ellos el de Mejor Musical, para el próximo 18 de septiembre fue anunciado el cierre de “Dear Evan Hansen”, el espectáculo creado por Steven Levenson con una recordada partitura de canciones compuestas por Benj Pasek y Justin Paul. Al momento del adiós, este musical habrá completado 1.678 funciones regulares, que se suman a las 21 de la marcha blanca.

La historia, que consolidó la carrera de su protagonista original, Ben Platt (ganador del Tony por su interpretación), cuenta las experiencias de un adolescente que miente sobre el suicidio de un compañero e inventa una amistad con él y tuvo el año pasado una adaptación cinematográfica que fue un fracaso de crítica y taquilla.

Otro musical que también anunció su pronta despedida es “Tina”, el musical inspirado en la vida y las canciones de Tina Turner que debutó en Broadway en abril de 2018 y cerrará el 14 de agosto próximo. En todo caso, el montaje —que le valió el Tony a la protagonista original del rol principal, Adrienne Warren— iniciará próximamente un tour por Estados Unidos.

Finalmente, para el 2 de octubre se espera el cierre definitivo de “Come From Away”, el aplaudido musical estrenado en 2017 y que ganó el Tony a la Mejor Dirección. El montaje, inspirado en hechos reales, relata la historia de una localidad canadiense a la que varios aviones fueron desviados el 11 de septiembre de 2001 tras los atentados a las Torres Gemelas. El montaje fue registrado y convertido en una película que actualmente está disponible en la plataforma Apple TV+.

Mucha agua bajo el puente pasó desde que Pancho Gana lanzó su último disco. Fue el 30 de diciembre de 2019 cuando el cantante estrenó “Ruido unido”, un trabajo que publicó inicialmente a través de YouTube y que, según él mismo aprecia, “tuvo un alcance pequeño, entre amigos”.

Luego, llegó la pandemia y Gana se entretuvo en el encierro haciendo videos para TikTok, los que empezaron a resonar cada vez más y terminaron por atraer nueva atención a su propuesta musical y una mayor expectación por el nuevo trabajo que preparaba, que finalmente vio la luz ayer bajo el nombre de “Amor moderno”.

“Es un disco que a diferencia del otro (‘Ruido unido') está siendo mucho más esperado y también suena más profesional. Si lo miro solamente a nivel sonoro, digo como que suena más HD, por así decirlo. Y creo que la gente ha visto la distinción entre los primeros singles y el disco anterior, de que suena mejor”, plantea Gana, quien el año pasado compuso además los temas del musical “Afuera”.

A nivel musical, ahora despacha algunas de las canciones más bailables de su repertorio, una incursión que él justifica por referencias como Bándalos Chinos y Boy Pablo. “Aunque más allá de la música que estoy escuchando, también tiene que ver con un estado anímico. Si yo me voy para el 2019, cuando hice ‘Ruido unido', estaba en un ambiente más triste o desesperanzado, y ahora siento que estoy un poco más soñador. Pienso que el mundo puede ser mejor si ponemos energía en eso, y eso se ve reflejado en la música. Me imagino que cuando uno está pensando así quiere motivarse, y lo que te motiva finalmente es bailar”, señala.

El título del álbum es un término tomado de la novena canción del disco, “Te dejé la puerta abierta”, en la que dice “ya sé que el amor moderno es abrazar sin miedo”. Al respecto, explica: “La gente a veces tiene miedo de amar o de expresar lo que siente, porque piensa en lo que va a decir el resto, y yo digo que si queremos avanzar como sociedad, ser más conscientes y más empáticos, tenemos que abrazar sin miedo, decir lo que sentimos, sentirnos como nos tenemos que sentir y no estar metiéndonos debajo de la alfombra”.

“Amor moderno” incluye participaciones vocales de Benjamín Walker, Dulce y Agraz, Karen Franjola, Martina Lluvias, Noah Blanco, Nico Roa, Pau y Óscar Véliz. “Más que colaboraciones pensando en que a la canción le vaya bien, son colaboraciones por amistad”, señala el cantautor.