La Canciller alemana, Angela Merkel, deja un legado difícil de superar tras 16 años ininterrumpidos de mandato. Es reconocida mundialmente por su liderazgo y en las últimas dos décadas marcó el escenario político europeo; no obstante, aún persisten datos poco conocidos sobre su vida, como su afición por el fútbol o que la Stasi —la policía secreta de la República Democrática Alemana— la buscó para reclutarla.

La líder demócrata cristiana abandonará el cargo en las próximas semanas, después de que las elecciones del domingo definan quién la sucederá y esa persona logre formar un nuevo gobierno.

Merkel fue la primera mujer en asumir el poder en Alemania y la primera persona nacida en el Este en lograr llegar a la Cancillería desde la reunificación. Hoy, los expertos afirman que representa la estabilidad no solo de su país, sino que de Europa.

Según un sondeo del Centro de Investigaciones Pew, una mayoría en 16 economías avanzadas de América, Europa y Asia-Pacífico tiene una opinión positiva de la Canciller, donde una mediana del 77% confía en que ella hará lo correcto en asuntos internacionales.

El estudio también indica que en comparación con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, es más probable que la gente de estos países confíe en Merkel.

“A nivel internacional, Merkel se vio favorecida porque parece un ancla de estabilidad en un mundo con líderes mundiales controvertidos y cargados de conflictos, con excepción de Grecia, que tiene en general menos confianza en Merkel en comparación con otros países”, dice a “El Mercurio” Christian Aschenbrenner, académico de ciencias políticas de la Universidad de Múnich.

La seguridad en su gestión la convirtió en una figura mundial, pero mantuvo partes de su vida lejos de los focos del público. Si bien la Canciller, de 67 años, es conocida con el nombre de Angela Merkel, lo cierto es que se llama Angela Dorothea Kasner. Su apellido actual es el de su primer marido, Ulrich Merkel, un físico —como ella, licenciada en Física en la Universidad de Leipzig— con quien se casó a los 23 años. Comenta la Deutsche Welle, que eligió esa carrera porque —afirma— “ahí, la verdad no se manipula tan fácilmente”.

La pareja se divorció cinco años después, en 1977, y tras la separación Merkel conservó su apellido porque entonces ya había ganado reconocimiento bajo ese nombre. Lo mantuvo inclusive luego de volver a casarse, en 1998, con Joachim Sauer, su tutor durante su tesis doctoral en Química Cuántica (1986), cuyo apellido significa “amargado” en alemán, otra razón por la que optó por quedarse con Merkel, comenta La Nación.

En general reservada, la Canciller contó una vez en una entrevista en TV que a fines de los 70 intentó ser reclutada por la Stasi para trabajar como informante. Ella iba a una entrevista de trabajo en una universidad cuando fue abordada sopresivamente por los agentes. “Rápidamente dije que no era para mí, porque no podía mantener la boca cerrada”, recordó. Ni la Stasi se interesó en seguir el proceso, ni ella consiguió el empleo en la casa de estudios.

Ha reconocido que en su juventud consideró huir a Alemania Occidental y tuvo a oportunidad de hacerlo en 1986 cuando visitaba a una familiar en Hamburgo. No lo hizo, dijo Merkel, porque su relación con sus padres, amigos y familiares era demasiado importante para dar ese paso.

Cruzó cuando cayó el Muro de Berlín en 1989. Pero no de inmediato. Cuando escuchó que la frontera estaba abierta, llamó a su madre y le dijo que “algo podría estar a punto de pasar”. Y no se apuró: como todos los jueves estaba en un sauna con una amiga y salieron luego a tomar una cerveza. De regreso a su departamento, que estaba cerca del primer punto donde se abrió el muro, vio a la gente descorchando champañas. “Nunca lo olvidaré, eran quizás las 10:30 de la noche o las once, o quizás un poco más tarde”, recordó la Canciller hace unos años, conversando con los estudiantes de un colegio de Berlín.

“Estaba sola pero seguí a la multitud… y de repente nos encontramos en el lado occidental de Berlín”, dijo. Como cualquier otra persona, Merkel se tomó su primera “cerveza occidental” en un departamento arrendado por completos desconocidos, consigna France Presse.

Y aunque entre sus aficiones se conoce la de la ópera, la Canciller es también fanática del fútbol, en especial del Borussia Dortmund, uno de los equipos más populares de Alemania y de Europa, del cual ella es una ferviente hincha.

Otro rasgo singular es su gesto con las manos, el “rombo”, que surgió a principios de los 2000, cuando presidía la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y “no sabía dónde poner las manos”, afirmó la líder. El “rombo” demuestra “quizás un cierto amor por la simetría”, aseguró, que coincide con su pragmatismo y templanza en su estilo de gobernar.

El Consejo de la Unión Europea (UE) agregó ayer a Chile, Ruanda y Kuwait a su lista de Estados seguros desde el punto de vista epidemiológico, cuyos ciudadanos pueden viajar a la UE por placer y no solo por motivos esenciales. Chile es el segundo país latinoamericano en entrar en el listado después de que Uruguay lo hiciese el 9 de septiembre.

La recomendación del Consejo no es vinculante para los Estados miembros, pero la institución advierte que un Estado no debería levantar unilateralmente las restricciones a los países que no estén en la lista.

Para decidir qué países entran en la lista se tienen en cuenta la situación epidemiológica y la respuesta general al covid-19, así como la fiabilidad y disponibilidad de la información. Para los ciudadanos de los países que figuran en ella, cada Estado miembro decide si imponerles o no una cuarentena a la llegada a su territorio.

Enfrentado al alza de los precios del gas, Reino Unido tuvo que poner en marcha en las últimas semanas sus centrales eléctricas de carbón para garantizar el suministro local de electricidad, lo que podría retardar sus esfuerzos para la transición energética.

Las centrales eléctricas de carbón, particularmente contaminantes, “han jugado un rol vital para poder mantener las luces encendidas en tanto el sistema energético está bajo una considerable presión”, dijo en un comunicado a France Presse la compañía energética británica Drax. La empresa, operadora de la central eléctrica a carbón más grande del país, en un principio planeaba abandonar el combustible fósil en 2021 y reemplazarlo por biomasa.

Esto podría obstaculizar el compromiso del gobierno británico de renunciar totalmente al carbón en octubre de 2024. El país organiza la COP26, la conferencia climática mundial, en Glasgow en noviembre y apuesta a la neutralidad de carbono para 2050.

China envió el jueves 24 aviones de combate a Taiwán en un amplio despliegue de fuerza, luego que el gobierno de la isla anunció su intención de integrarse al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP-11), un acuerdo comercial de 11 países del Pacífico al que Beijing también quiere sumarse.

Firmado por 11 países en 2018, entre ellos México, Chile y Perú, se trata del mayor pacto de libre comercio de la región, que representa alrededor del 13,5% de la economía mundial. El acuerdo, que vincula a unos 500 millones de personas, fue inicialmente promovido por Estados Unidos para incrementar su influencia en la región y tratar de aislar a China, pero el expresidente estadounidense Donald Trump se retiró de las negociaciones en 2017, por lo que los 11 socios restantes decidieron avanzar y ajustar el pacto, que fue firmado en Santiago en 2018.

Taiwán lleva años presionando por incorporarse al tratado y ayer anunció que se había postulado oficialmente. “La mayoría de países miembros (del CPTPP) son socios comerciales claves de Taiwán, que representan un 24% del comercio internacional de Taiwán”, dijo a periodistas el portavoz del gobierno, Lo Ping-cheng. “Taiwán no puede quedar aparte del mundo y debe integrarse en la economía regional”, añadió.

Pero China, que reivindica que Taiwán es parte de su territorio, afirmó que Taipéi no debería poder entrar en el acuerdo, consignó France Presse. “Nos oponemos firmemente a que cualquier país tenga intercambios oficiales con Taiwán y nos oponemos firmemente a que la región de Taiwán acceda a cualquier tratado u organización oficial”, declaró a la prensa el portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian.

En una exhibición del rechazo de Beijing, la fuerza aérea china voló sus aviones en dirección a Taiwán dos veces ayer, una por la mañana con 19 cazas y de nuevo en la tarde con cinco, según The Associated Press. Taiwán desplegó sus fuerzas de patrulla área en respuesta y monitoreó los aviones en su sistema de defensa aérea, informó el Ministerio de Defensa de la isla.

Los aviones en el vuelo matutino, algunos de los cuales siguieron un largo sendero en forma de L, fueron 12 J-16 y dos J-11, además de bombarderos y aviones antisubmarinos. Más tarde, China envió dos J-16 y dos J-11, además de una aeronave de alerta temprana.

China ha enviado aviones de combate hacia Taiwán casi diariamente en el último año. El país aceleró su hostigamiento militar a Taiwán y ha enviado grandes despliegues de aviones de combate tras eventos políticos que considera como interferencia en su soberanía.

El año pasado, China envió 18 aviones hacia Taiwán cuando un alto diplomático estadounidense visitó la isla y se reunió con funcionarios allí. En junio, envió 28 aviones militares luego que los líderes del G-7 emitieron una declaración en la que pidieron una resolución pacífica a los problemas del estrecho de Taiwán.

La movida de Taipei, además, coincide con el incremento de la tensión entre China y Australia, país miembro del CPTPP, que acaba de firmar una alianza militar con Estados Unidos y Reino Unido vista como un mecanismo para rivalizar con Beijing en la región.