Estados Unidos entero se volcó de lleno ayer a conmemorar los 20 años del 11-S, una ceremonia triste que recuerda los casi 3.000 muertos que dejaron los peores atentados en la historia del país. El Presidente Joe Biden visitó cada uno de los sitios donde los aviones secuestrados por miembros de Al Qaeda se estrellaron ese día 11 de septiembre 2011, para honrar a las víctimas del devastador asalto, a menos de dos semanas de haber puesto fin a la guerra en Afganistán, una de las múltiples consecuencias de la tragedia de hace dos décadas.

Biden comenzó el día en Nueva York, donde asistió a una ceremonia en la denominada “zona cero”, donde una vez estuvieron las Torres Gemelas del World Trade Center antes de que los aviones se estrellaran contra los edificios hace 20 años. El Presidente se secó las lágrimas mientras veía el lugar donde cayeron las torres y luego, junto a los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama, acompañados de sus esposas, Jill Biden, Hillary Clinton y Michelle Obama, mantuvieron un momento de silencio a las 8:46 (hora local) para marcar el momento en que chocó el primer avión.

“Nunca lo olvidamos. Nunca olvidamos a los niños que han crecido sin padres. A los padres que han sufrido sin sus hijos. Maridos y esposas que han debido encontrar una forma de seguir sin sus parejas. Hermanos, hermanas, seres amados”, tuiteó el mandatario, aunque no hizo ningún discurso durante la jornada.

Después, familiares, muchos visiblemente emocionados, empezaron la lectura y el recuerdo de los nombres de cada una de las 2.975 víctimas de los atentados lanzados contra las Torres Gemelas; el Pentágono, cerca de Washington DC, y otro, presumiblemente dirigido contra el Capitolio, que se estrelló en Pensilvania.

En la ceremonia, uno de los momentos más conmovedores lo protagonizó Bruce Springsteen, que interpretó su canción “I'll See You In My Dreams” (Te veré en mis sueños), acompañado por una guitarra y una armónica.

“Muchos de nosotros quedamos atónitos y conmocionados el 11-S, y luego tristes al enterarnos de que nuestros conocidos habían sufrido terribles tragedias en sus familias. El ataque será una herida que nunca sanará por completo para muchos de nosotros”, dice a “El Mercurio” Shannon O'Brien, experta en política estadounidense de la Universidad de Texas, respecto a la importancia que tiene para los estadounidenses este día.

Biden, luego, visitó Shanksville, en Pensilvania, donde los pasajeros de uno de los aviones se amotinaron y provocaron que la aeronave se desplomara, lo que ocasionó la muerte de cuarenta personas, más los cuatro secuestradores. Biden y Jill, caminaron con familiares de las víctimas hacia el campo donde cayó el avión y participaron en una ceremonia de colocación de coronas en el Monumento Nacional del Vuelo 93, donde los nombres de los muertos están grabados en una pared de mármol blanco.

En este lugar habló la Vicepresidenta, Kamala Harris, donde elogió el coraje de esos pasajeros y la resistencia de los estadounidenses que se unieron en los días posteriores a los ataques. “En un momento de absoluto terror, nos buscamos el uno al otro”, dijo. “Si hacemos el arduo trabajo de trabajar juntos como estadounidenses, si permanecemos unidos en nuestro propósito, estaremos preparados para lo que venga después”, agregó.

En esa misma línea, también en Shanksville, el expresidente George W. Bush, quien dirigía el país en el momento de los ataques, recordó la unidad del pueblo estadounidense en los días posteriores al 11 de septiembre y pidió volver a ese espíritu en medio de la creciente división política en el país. “En las semanas y meses que siguieron a los atentados del 11 de septiembre estaba orgulloso de dirigir a un pueblo impresionante, resistente y unido”, dijo el exgobernante. “Si hablamos de la unidad de Estados Unidos, estos días parecen lejanos”, lamentó.

El último acto se llevó a cabo en el Pentágono, donde se realizó una ceremonia en honor a las 184 personas muertas después de que un avión golpeara el lado oeste del edificio. Algunos de los que sobrevivieron al ataque todavía trabajan en el edificio. El acto sirvió también para recordar a los 2.461 soldados estadounidenses caídos en Afganistán durante los 20 años de guerra en ese país.

El aniversario del atentado llega poco después del final de esta guerra liderada por Estados Unidos y lanzada para erradicar a Al Qaeda; no obstante, la retirada que ordenó Biden de las tropas estadounidenses —que se completó el 31 de agosto—, y la rápida caída resultante del país ante los talibanes, ha generado críticas hacia su administración, y los expertos aseguran que polarizó a la sociedad.

“La nación sigue estando muy polarizada, pero una gran mayoría considera que las acciones de Biden en Afganistán han sido un fracaso”, comenta a este diario James Campbell, académico de ciencias políticas de la Universidad de Buffalo.

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A más de un año del primer contagio de covid-19 en América Latina, las restricciones sanitarias —aunque se han ido flexibilizando— han generado potentes efectos económicos, laborales y sociales entre la población, revela el más reciente estudio del Grupo de Diarios América (GDA) y Tendencias Digitales.

La investigación, que fue realizada entre el 22 de abril al 20 de junio de 2021 y cuyos resultados se conocen esta semana, revela que para el 80% de los latinoamericanos la mayor preocupación durante este año ha sido su salud y la de su familia. En ese marco, al ser preguntados sobre la estrategia de vacunación a la que apuestan los países latinoamericanos —y pese a la disparidad en la cobertura entre uno y otro—, un 94% de los encuestados dijo que está de acuerdo en vacunarse y un 6% expresó un rechazo a la idea. En el caso de Chile, el 96% se manifestó de acuerdo con la posibilidad de vacunarse (dentro de lo cual 83% ya había recibido al menos una dosis al momento de la encuesta). Solo el 4% en el país dijo que no está de acuerdo con la inoculación. De ese grupo, el 60% argumentó su postura por falta de confianza en la vacuna contra el covid-19, 13% por desconfianza en todas las vacunas y 27% por información insuficiente sobre los efectos de las dosis. El país con menor respaldo a la vacunación es Ecuador (76%) y en Paraguay el 100% dijo estar de acuerdo con vacunarse, aunque para la fecha del sondeo solo 14% declaró haber sido inoculado.

En cuanto a la gestión de las vacunas por parte de los gobiernos, la evaluación general en América Latina era de descontento: 45% la consideró “nada eficiente” y el 30%, “poco eficiente”. La situación es totalmente diferente en Chile, donde el 67% dijo que el Ejecutivo maneja la distribución y aplicación de las vacunas “muy eficientemente” y el 28%, “algo eficientemente”; el 4% la calificó como “poco eficiente” y 1%, “nada eficiente”. República Dominicana es el otro país donde el gobierno consigue una buena calificación en este aspecto con 95% de evaluación positiva y en el Cono Sur, Uruguay suma 88% de aprobación en este aspecto. Del otro lado, los gobiernos peor evaluados en este ámbito al momento de la encuesta eran Argentina (87%), Brasil (90%) y Venezuela (90%). Ecuador (94% de evaluación negativa) estaba en pleno cambio de gobierno y actualmente otros sondeos muestran que el exitoso plan de inoculación del nuevo Presidente Guillermo Lasso —quien asumió el 24 de mayo— ha impulsado su respaldo popular.

Las otras preocupaciones de los encuestados tienen que ver con el impacto económico de la pandemia. El 59% mencionó la duración de la crisis como una de sus inquietudes y el 50%, el impacto en la economía. Además, el 24% también se preocupa por su incapacidad para generar ingresos suficientes, el 23% menciona su puesto de trabajo y el 14% se preocupa por no poder pagar sus créditos.

Es que la pandemia de covid-19 ocasionó una crisis económica de la que Latinoamérica intenta recuperarse. El confinamiento obligó a paralizar buena parte de la actividad productiva, disparó el desempleo y todavía hoy muchos hogares están sobreviviendo con menos de lo que tenían antes del coronavirus.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió a principios de este mes que el consumo total en la región cayó 1,6% anual en el primer trimestre de 2021, el quinto período consecutivo en números rojos. “Su mal desempeño está determinado por la lenta recuperación de los puestos de trabajo perdidos, ya que aún falta recuperar 12,3 millones de empleos para alcanzar los niveles de ocupación anteriores a la pandemia, y por la reducción de los salarios reales”, indicó el organismo de Naciones Unidas.

El 45% de los consultados por el GDA y Tendencias Digitales dice estar percibiendo el 100% de sus ingresos, frente al 48% reportado el año pasado. Otro 11% perdió sus ingresos regulares y el resto sobrevive con una reducción que va desde el 1% hasta más del 75%.

Puerto Rico (66%), República Dominicana (57%), Costa Rica (57%), Uruguay (56%) y Chile (53%) superan el promedio regional de personas que no han sufrido cambios en sus ingresos. En el otro extremo se encuentran Ecuador (15%), Venezuela (20%), El Salvador (36%) y Colombia (38%).

Y en general, el 27% de los consumidores digitales de la región dice haber gastado menos dinero, mientras el 23% percibe que ha gastado más.

El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece “El Mercurio”, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.

Ficha técnica

La encuesta se realizó del 22 de abril al 20 de junio de 2021 con una muestra de 7.543 internautas mayores de 15 años, distribuida de forma equitativa entre ambos sexos y entre las generaciones de baby boomers, generación X y millennials. El estudio tiene un nivel de confianza del 95% y un error muestral de 3 puntos porcentuales.

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